Ya era tarde para que el grupo de amigos buscara algo que no fueran bocadillos. En el Guixot, además, son demasiado adictivos. Los hay de todas clases. Como las etiquetas del Rockdelux. El champi, que es de champiñones, alguno con aguacate, otros con plátano, bacon, dátiles, el clásico lomo, nueces o queso gruyère. Demasiado tarde para buscar otra revista, aunque no haya mesas libres. Lo mejor, esperar en la barra. DM mira al camarero. El camarero mira a DM. ¿Cuántos sois? Seis medianas.
4 comentarios:
A pesar de la hora he de reconocer que se me hace la boca agua con esos bocadillos.
Un abrazo.
¿cómo que seis medianos?
¿acaso el bar estaba en la Tierra Media y erais Hobbits?
Salud/OS!
PD: Just kidding, my friend.
PD2: También se me hace la boca agua pensando en los bocatas... pero qué mal fario me daría comérmelos viendo a los WASP haciendo el energúmeno en la portada de la RDL.
Para la próxima: buenas noches, seis medianas por favor :)
Tengo hambre a estas horas...y me comería hasta el aguacate, que no me gusta...pero releo y releo buscando lo que no encontraré, tu abrumadora capacidad para hacer de lo más común algo especial.
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