¿A qué huele? Smells Like Records
Más luminoso y estival es Luscious, segundo LP de Shelby Bryant, un profesor de matemáticas metido a músico. El disco es una broma en serio más que agradable, con mejor sonido que cualquiera de los últimos inventos pertrechados por los admiradísimos Flaming Lips. Con temas como Anyhoo & the Nonsense Pirates, Love beam, Letter 'A'day, Wound by a key, Dizzy o Hmmm... Is that pure bliss? recoge a la perfección el testigo de otros juguetes musicales grabados por Daniel Johnston o The Beach Boys, en un turmix remezclado y sintetizado de sonrisas musicales: pop desenfadado y divertido, canciones que podrían aparecer en la banda sonora de cualquier film del multicolor Wes Anderson (Patterns) o en la próxima entrega del Super Mario Bros (Use your muse).
Por último, el solicitado Tony Scherr (en su nómina de colaboraciones se encuentran Norah Jones, Ani Difranco, Bill Frisell, John Lurie, Bonnie Raitt o Feist) presenta con Twist in the wind, un auténtico compendio y banda sonora para el aprendiz de american songwritter: temas directos como Shows a little, Anytown, Shopgirl o Black Sheep, suaves melodías vaqueras (While I Was Gone, I want you to want me), incluso bossanova (The good life): rock, blues, country, soul, jazz... Todo se da la mano con precisión abecedaria y añeja. ¿Y desde cúando eso es algo malo? Larga vida a estos pequeños grandes desconocidos. Y a los que vengan, aunque huelan a música.
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