Mike Hammer subió por las escaleras del edificio. Gatos y silencio. Segunda planta. Atravesó el pasillo. Tercera puerta a la izquierda. No estaba forzada, pero sí abierta. Dentro. Aparentemente todo en su sitio, pero Mike Hammer sabía que algo no funcionaba. En aquel apartamento faltaba una habitación.
2 comentarios:
Intrigante eso de comenzar por el espacio que falta.
Muy bueno.
Un abrazo.
feliz noche de san xoan!
besos
emma
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