La única manera de vencer al Barça es así,
porque nadie puede construir mejor.
Y está bien que así sea; bien, quiero decir,
que el Barça sea vencible (porque lo trascendente
tiene que tener siempre ese punto de fragilidad,
si no se pierde el necesario sentido de la finitud).
Juan Trejo, 21 de abril de 2011
Quiero huir de la nostalgia, porque solo busco palabras.
Poder atrapar una idea.
Su imagen. El concepto.
Poder atrapar una idea.
Su imagen. El concepto.
Una huella.
Harry Dean Stanton y Ry Cooder caminan a través del desierto.
Tony Soprano conduce en New Jersey.
William Munny bebe un interminable trago de whiskey.
Roy Orbison canta You Got It y en la habitación de al lado Megan Drapier elige Zou Bisou Bisou.
Y el Barça jugando a fútbol.
Un baile del balón histórico e irrepetible. Balones entre quarks, fermiones y bosones. Excelsos saltos cuánticos. La excusa perfecta para reunir alrededor de la mesa, con un buen vino o una copa, a los amigos. A tu gente. El Barça de Guardiola redimensiona el concepto de amistad, de familia.
El fútbol a la HBO.
Este Barça no se puede entender en la soledad.
Este Barça es un recipiente para depositar afectos.
La eternidad guardada en ámbar.
El fútbol a la HBO.
Este Barça no se puede entender en la soledad.
Este Barça es un recipiente para depositar afectos.
La eternidad guardada en ámbar.
El reflejo sobre la retina.
Y ahí fuera el Barça.
El gran Barça.
2 comentarios:
Magnífico, Sergi .9 Por cierto, soy Marta
La eternidad guardada en ámbar... aquest Barça de Guardiola serà un record juràssic.
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