El 14 de noviembre de 2011 Sonic Youth dio el que hasta ahora es su último concierto.
Hace un año que esta fotografía no deja de perseguirme. La tomé de madrugada, mientras era bombardeado por drones, zumbidos, miles de píxeles ofreciéndose: la prostitución de la imagen era mi erótica ubicuidad. La metafísica de esa fotografía (como se preguntaría Fontcuberta) es la metafísica de su sonido: silencioso, estridente, suspendido. La parálisis como perpetuum mobile: del blanco y negro al pixelado, del pixelado a la interferencia, de la interferencia al negro.
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