28 de diciembre de 2012

Cuento de navidad




Un perro ladra a otro, y las personas cambian de acera. El miedo es desconfiado en esta época del año. Circunstancias del calendario.

Los calcetines han sido abandonados a la sombra del contenedor de basura sin que el sol pueda hacer nada por ellos. Pies descalzos en algún 

otro


lugar.

Los perros se cruzan en las calles, ignorándose, como si el olfato les saciara la curiosidad amigable. No trazan rectas secantes sus caminos, 

o al menos 


no siempre.

Las luces parpadean en las fachadas, en los árboles, en catálogos de IKEA. Son luces redondas, esféricas, inertes, fracasadas imitadoras de la vida.

Hay una extraña realidad en la percepción de aquellos perros que otra vez se cruzan en las calles. Ahora sí ladran, se lanzan contra el otro, tensan la correa que les une a su acompañante con ladridos inesperados, caóticos, aleatorios.

¿Por qué antes no?


El cordón umbilical no es el transiberiano. Tan solo es una vía que espera su muerte. Como todos, como todo.


El caos inesperado del concepto reflejo. El ladrido como eco de una emoción, de un discurso, del enfrentamiento. 

No hay diferencia aparente entre uno y otro ladrido.

La navidad ladra desde una ficción.

La máscara de la ciudad es un antidepresivo irreal, de cercana fecha de caducidad.

Hay estudios que cuantifican el beneficio que aporta cada una de las bombillas instaladas en  una navidad de moneda corriente. 

Los suicidios se estiman en euros/bombilla. Walter Benjamin dijo que la lluvia siempre esconde más en todos los sitios, que no sólo hace los días grises, sino que los uniformiza.

234.407 personas a quienes no les gustan las luces solicitan la devolución de la parte proporcional que corresponde a sus impuestos, liquidados y dedicados a la iluminación de la fe.

Devuélvame la parte proporcional que corresponde a mi navidad.

Podrá acordarse de oficio la devolución en los supuestos siguientes: a) cuando después de haber satisfecho una liquidación tributaria, esta sea anulada. b) cuando se verifique la duplicidad del pago.

La capucha del albornoz, del chubasquero, del chándal. Todo son máscaras. La gente pasea contenta por las calles. Raymond Pettibon dibuja la realidad como un disfraz de mentira. La navidad es felicidad.

Don DeLillo dijo que la felicidad no era un hecho de esta experiencia, al menos no hasta el punto de que osemos hablar de ella.

¿Un disfraz de mentira es una contradicción?

La nochebuena en las casas se describe mediante historias de cadáveres y mitos cinemascópicos: Danilo Kis vs. Jason Bourne sería una posible y más que entendible definición.

Hay definiciones perfectas y definiciones imperfectas. Luego están el resto.

El primero de los principios generales de la física cuántica fue definido por Jesucristo, que nació 7 días antes de Cristo.

¿Por qué?

Me tiemblan las piernas: desconozco si es hipocondría o falta de coca-cola. El sudor frío de la música recorre las paredes vacías. Una habitación vacía es una habitación sin paredes, es decir, momentos en los que ocupamos el todo menos la habitación, una constante imaginaria denominada i.

El espacio ocupado es un espacio imaginado, pues somos nosotros los ocupados por el espacio.

La variable aleatoria indica que cualquier cosa es posible. Así pues, don't fuck me with the apocalypse como eufemismo.


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