El viaje es tridimensional: gente, tiempo y espacio.
Sólo hay dos formas de viajar: el viaje y el no-viaje.
Viajar es dudar, pensar, cerrar los ojos, confiar en la desconfianza. Viajar es una cura de humildad, una lección, la única reformulación posible del conocimiento.
Viajar es la dimensión real del pensamiento y la imaginación.
Nomadismo y sedentarismo eran opuestos. En ambos se encuentra al nuevo viajero: destino, movimiento, trayectoria y destino de nuevo. El pretérito reclama una nueva definición.
Leer el viaje es textualizarlo, y el texto es reflexión y sentidos. Imagen, sonido, olor, tacto. Pero sobre todo, un viaje sin sonido no es viaje.
"El siglo 21 va a ser radicante" - Nicolas Bourriaud
"La obra es el recorrido" - Robert Smithson
"Lo natural es ser Nómada" - Bruce Chatwin
"Viajo porque ya no sé de qué hablarme" - Martín Caparrós
"Hay que aprender / del desierto" - Vicente Luis Mora
"Todos somos turistas" - Jorge Carrión
El viaje es orgánico. Desmaterializar el trayecto también es orgánico. Como desmaterializar el destino, fragmentar la trayectoria. El viaje es una forma de autopsia.
El simulacro es una forma de viaje.
Viajar es conocer el propio cuerpo, hibridarlo, confundirlo. Remezclar el mapa. El mapa es el cuerpo. Y más allá de él también.
El cuerpo no se termina en una definición, al igual que un territorio no finaliza en un bolígrafo.
La esencia del viaje es el erotismo, la curiosidad. El motor del sexo.
Observar el espejo del viaje. Y su reverso.
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"Nómadas" VVAA
Selección y prólogo de Elías Gorostiaga
Ed. Playa de Ákaba
http://www.playadeakaba.com/5.html
Fotografía de Maribel Ruiz en Pequod Llibres, 22/02/2014 |
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