6 de abril de 2006

Poema morfosintáctico


Ella miraba a su hijo, escondida tras la puerta, desde el pasillo. Él, en el sofá del comedor, canturreaba unas extrañas palabras. "A arre, arre buru, buru coqui, coqui elec, elegh frai, frai hugh, hugo lisb, lisc munt, muñe peca, peca rema, rema supe, supe zeta". Una cantinela a capella, susurrada en un crescendo agradable. Y ya hacía algunos días que la escuchaba. Su hijo parecía alegre, feliz. Ella sonrió.

En clase de lengua, disfrutaba como un tonto cuando llegaba la hora del análisis morfosintáctico. Era como practicar arquitectura con las frases: trazábamos líneas, inventábamos conexiones, uníamos elementos... De la letra a la palabra, de la palabra al sintagma, del sintagma a la oración, de la oración a la comunicación. Todos, sujeto y predicado, nombres y adjetivos, verbos y complementos, bien compenetrados y conjugados, que en caso contrario, no hay comunicación posible. Y sin comunicación, no hay arquitectura que valga: la casa se viene abajo. Y es que hay que construir ladrillo a ladrillo, palabra a palabra. Y disfrutar como un tonto, claro.

- Tete, ¿qué es lo que cantas?
- ¿El qué?
- Esas palabras.
- Ah, son las que aparecen en los tomos de la enciclopedia.
- ¿Y cómo es que las has aprendido?
- Bueno, para encontrar más rápido las palabras.
- Ah, muy bien. Y veo que le has puesto música.
- Sí, sí.

La madre sonrió, y su hijo le devolvió la sonrisa. Y hoy, él, como si fuera el mejor poema que nunca hubiera aprendido, aún canturrea esas palabras. Y ella, como si fuera el mejor poema que jamás hubiera escuchado, aún le sonríe.

6 comentarios:

g. dijo...

Vous, vous m'avez vraiment touchè...;-) Hermoso lo que escribiste.

Anónimo dijo...

"y disfrutar como un tonto"


me guardo esa frase en los bolsillos lo que resta de la semana, seguro traerá buena suerte...

;)



acabo de encontrar un comment tuyo de hace algunos días, donde me preguntabas del disco de john fahey....seguro ya lo encontraste....sorry no haber contestado en su momento o mandarte el disco....espero ya no ser tan distraída.

manuel_h dijo...

buenísimo, como la tabla de multiplicar, pero con más poesía y sin angustia

sergisonic dijo...

Pues eso, buena suerte, más poesía y menos angustia, y disfrutar como tontos, todos.

Anónimo dijo...

Como tontos, que es la única manera, ¿verdad?
Me he leído estos días: El libro de mi madre, de Albert Cohen. ¿Qué tienen las madres? ays
Petons, guapo

Anónimo dijo...

Best regards from NY!
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