Diábolo Ediciones acaba de publicar "Vidas a contraluz", de los simpares amigos Raule y Roger, un álbum que recopila las historias publicadas anteriormente por Amaníaco Ediciones en formato grapa en "Cabos sueltos" y "Amores muertos", ahora en una cuidadísima edición en tapa dura, con una buena introducción a base de ilustraciones y bocetos.
Aunque divididas en dos partes diferenciadas, las historias muestran muchos lazos comunes, coincidencias que, seguro, serán constantes en la obra de estos dos tipejos. El magnífico y detallista trabajo visual de Roger se complementa a la perfección con los perfiles y panoramas creados por Raule: retratos angulosos a lo Egon Schiele, localizaciones mágicas y urbanas (ese faro que todos quisiéramos conocer, con unas escaleras que harían las delicias de Gaudí, un cuadro que parece cobrar vida, o las postales barcelonesas en las que se suceden los hechos), todo ello al servicio de una narración pausada y cruda en sus desenlaces, sorprendente en sus giros.
Agarren unas tijeras, recorten unos pocos centímetros de la película vital de unas cuantas personas, gente anónima que deja de serlo, como el vecino, la tendera del colmado del barrio, la profesora de sus hijos, el librero de la esquina o aquel señor jubilado con un poco de chepa que siempre se pasea por las calles con un cigarro a medio consumir. Todos ellos retratados desde un realismo que asusta, como si Raymond Carver hubiera lanzado el humo de su cigarro sobre el rostro de Schiele. Pues eso: corten un poco por aquí, otro poco por ahí, y observen, escuchen, lean: entrarán en las vidas de estos personajes, escucharán una oda triste por los recuerdos de desconocidos, oníricas y sobrenaturales representaciones de la crudeza de la vida, vestidas del sexo más apasionado o de la crítica social más humana posible, siempre con la misma fuerza expresiva en el discurso: la batalla contra el olvido, la historia es el recuerdo. Todo ello se encuentra en la sobrenatural negación de la realidad que es "Laura", en el recuerdo de un casual encuentro que jamás se repetirá ("Mary"), en la alineación imposible de dos mundos, ficción y realidad ("Emma"), en el fin de una ilusión ("Susana"), en el drama de un padre que no reconoce a su hija -¿o el de una hija que no reconoce a su padre?- ("Íntimos desconocidos"), en la eterna condena que padece un inventor de recuerdos (una obra maestra titulada "323 recuerdos"), en el ingenio -que no ingenuo- infantil sobre la triste historia de las dos Españas ("Tan sólo recuerdos"), en el sacrificio de una madre ("Viaje al paraíso"), en las prisiones de memorias que son los geriátricos ("Mundo hermético"), en la nebulosa desmemoria de una alcohólica ("El Danubio Azul"), en la cruel desconsideración hacia el amor ya olvidado (otra joya: "El amor y sus derivados") o en el destino de los últimos días ("Cementerio de elefantes").
Todas ellas, más los tres bellos poemas que nos regala Raule, son pequeñas píldoras que, como el gelocatil, cuestan de tragar, pero que una vez disueltas acaban estimulando la mente a base de golpear el corazón, de luchar contra las últimas gotas de alcohol de una botella que reclama el olvido. Todo gracias al esfuerzo de dos condenados: condenados a inventar recuerdos para nuestro placer. Un privilegio que no debiéramos dejar escapar.
Podéis encontrar "Vidas a contraluz", en el centro Fnac, en Planetacomic , o probar en el resto de tiendas especializadas en cómic de vuestra ciudad.
6 comentarios:
uuuf, se antoja, se antoja mucho! tendré que ver si es posible hacerlo llegar por acuá...
por cierto cada que les leo, se siente esa gran amistad que tienen, que chingón....saludo grande...
Coño si eres colega del raule....
Pues debe ser uno de los pocos comics mas allá de la Marvel que conozco....
Y está de puta madre. La historia de Susana.....
Pues eso
Se feliz
la verdad que haces bastante justicia al trabajo de esos dos tipejos... pero discreparia en que egon schielle pasara por la historia. ya le gustaria a roger, je je.
¿Qué decir hoy?
Primero que tienes razón: "Vidas a contraluz" es del todo recomendable. Lo digo con la suerte añadida de que me lo regalaras tú.
Segundo: no estás solo, un abrazo enorme te envuelve...
Con que sea la cuarta parte de lo que cuentas, ya sería magnífico. Me ha encantado la reseña!
...un beso muy fuerte a mi primo más prolífico y sensible...me encanta encontrarte por la red!
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