23 de julio de 2007

Mirilla (o al otro lado)

Al salir cerré la puerta y me di cuenta de que había olvidado las llaves. Me giré hacia ese muro infranqueable con cerradura. Y entonces lo vi. Aunque hacía mucho tiempo que vivía solo, un ojo me observaba fijamente desde el otro lado de la puerta, a través de la mirilla.



(sí, algo chirriaba en el primer texto escrito, y jodía. pero mi editora supo encontrar ingredientes donde otro sólo vería palabras. justo para que el texto pasara a ser chirriantemente inquietante. como las puertas que chirrían por la noche y dan repelús. tengo mucha mucha mucha suerte, pero eso ya lo dije, creo.)

31 comentarios:

amandine dijo...

era uno de mis duendes...

...mirando por ti...

un beso a través del tiempo.
un sueño Hoy.

Princess Valium dijo...

A lo mejor el dicho se hizo realidad..."un dia perderás la cabeza", y allí estaba...con tus llaves.
Un beso

Anónimo dijo...

¿Quién vivía solo?

la pequeña tortuga dijo...

Peor es encontrarte un ojo frente al tuyo cuando te asomas por la mirilla

mel dijo...

hay veces en que la soledad se hace insoportable...

desconocida dijo...

Quiz�s olvidaste a tu sombra dentro. A veces son algo despistadas. No te preocupes, encontrar� el modo de salir. O t� de entrar.

Abrazos silenciosos

Miguel Rodríguez dijo...

parece comienzo de cuento de Allan Poe.
Bien por la Juventud Sònica, otro fan, como yo

abrazos Sónicos!

el_Vania dijo...

Big brother is watching you, my friend...
Desde hoy miraré las mirillas (y por las mirillas) desde otra perspectiva...
Salud/OS!

Déjà vie dijo...

si te apetece mirar por la mirilla de mi puerta estoy seguro que te gustara ver un reportage fotografico de tu siguiente destino. ;)

Joan Torres dijo...

Igual te parece una estupidez, una obviedad pero, por eliminar posibles causas: seguro que no tienes un ojo de cristal de esos que uno deja olvidado por las esquinas, ¿no?

rfm dijo...

me ha sucedido algo curioso. ayer leí este cuento y, aunque me gustó, algo me chirriaba. hoy lo vuelvo a leer y ya nada chirría. sin embargo, creo no equivocarme si afirmo que nada ha cambiado en el cuento. de modo que debo de haber sido yo.

recuerda que tienes un meme pendiente.

saludos

manuel_h dijo...

diosssss, me alegro de no tener mirilla en la puerta!
buenísimo microrelato.

un abrazo

Anónimo dijo...

Fabuloso microrrelato de terror. Una vez más, me descubro ante usted.
Un abrazo, compadre!

rfm dijo...

de modo que no era yo...

un abrazo ;)

Esther Cabrales dijo...

ay dios... ¿no sería yo, no?

Edgar Ollés. dijo...

El movimiento okupa actua cada vez con más rapidez y mayor sigilo. Un consejo: Llama al timbre, abre la puerta, tira las llaves que no te haran falta y apúntate a la fiesta. La propuesta no es terrorífica, el futuro es esperanzador: "Oh benvinguts, passeu passeu, de les tristors en farem fum. Que casa meva és casa vostra si és que hi ha,... cases d'algú" (jaume sisa "qualsevol nit pot sortir el sol"

EL MARTIN PECADOR dijo...

Hola, hola, hola:
la idea es llegar a modificar la realización conceptual del silencio y de la soledad, y creo que una de las mejores maneras es a través de una mirilla ente el silencio y la oscuridad de la escalera.
Me gusta tu blog. Rezaré por tí.
El Martín Pecador te saluda.

sagar dijo...

como conseguir algo que a todos nos ha pasado, de miedo... y en cuatro lineas


un abrazo

JeJo dijo...

¡ extraordinario relato !

★★★★★

¡ ojo por ojo !
espíalo también

jejo
ROS, sur

Angus Scrimm dijo...

¿El ojo de la vergüenza o del despiste?

Mar Benegas dijo...

Mientras no te escupa, puedes estar tranquilo los ojos no son peligrosos.

Buen gusto musical el tuyo... será por qué se parece al mio???

Mar.

botas de agua dijo...

historia de un ojo
a una mirilla pegado
de un cuerpo ajeno
sin dueño ni nombre
el terror se apodera
de la tercera dimensión
en que la mirilla
muestra el ojo
del cuerpo
sin dueño
desde el otro lado
de lo que debería ser
yo
quizá el aliento congelado
difumine la visión
¿cómo matar al ojo?
¿y si se esconde en un rincón
mientras consigo abrir la puerta?
¿y si a media noche se introduce en mi
ser y ocupa la cuenca de uno de mis ojos?

Anónimo dijo...

Perfecto, impecable...;-)

Elena -sin h- dijo...

Quizás te olvidaste también a ti mismo...

Anónimo dijo...

Yo le pondría una cortinilla...

sergisonic dijo...

había algo que no funcionaba en lo que había escrito, pero después de releer el relato con mi editora (tengo mucha mucha mucha suerte) ella supo encontrar ingredientes donde otro sólo vería palabras. justo para que el texto pasara a ser chirriantemente inquietante. como las puertas que chirrían por la noche y dan repelús. tengo mucha mucha mucha suerte, pero eso ya lo dije, creo.

que si un duende mirando por mí...
mi cabeza perdida, mis llaves...
vivir acompañado sin saberlo...
miedo -desde ahora- a asomarme a la mirilla (por si acaso)...
soledad y locura...
una sombra despistada...
el gran hermano orwelliano...
ojos de cristal olvidados por ahí...
okupas felices e invisibles...
silencios conceptuales (john cage sonríe)...
el ojo de la vergüenza...
el ojo de un cuerpo sin dueño desde el otro lado de lo que debería ser yo, el terror se apodera de la tercera dimensión (pardiez, esto sí es terroríficamente poe)...

sin aliento quedo.

Patricia Angulo dijo...

Uhhh esa es una de mis obsesiones!!

Tu relato, genial!!

Zifnab dijo...

Le aguantaste la mirada, neng?

Cojonudo, por cierto

Se feliz

casi yo dijo...

Bueno, para mí es inquietante a secas. Está muy bien. Y está muy bien que un editor sepa ver el río de lava que a veces se oculta bajo un puñado de palabras.

Una vez más, mis felicitaciones

Lágrima del Guadiana dijo...

¿Hay algo que inquiete más que una mirada infranqueable? Y sin embargo, cómo atrae...

Un abrazo

ybris dijo...

Juraría que ya te había comentado esta entrada, pero en algún sitio me he perdido.
La verdad es que me impresionó ese ojo tras la mirilla.

Abrazos.