24 de octubre de 2009

Millet [o el marisco irreal en el Padrenuestro]

Millet paga. El Padrenuestro que se enseña ahora en las escuelas dice “Dios te salve María, llena eres de gracia, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es Félix Millet quien paga el fruto de tu vientre, Jesús”. Multiplicar panes es Millet paga, es el milagro, el sofá, los puros, las bodas de dos hijas y los crucifijos de oro, color verde lechuga [de ensalada] y marisco. Mas líbranos del mal. Millet paga. La música es el milagro y el milagro es los bolsillos. Millet paga. Dos bodas son suficientes para comprar tetrabriks de leche de rebajas, como las entradas de Elton John, un dos por uno. Millet y dos bodas no es un dos por uno. Millet y dos bodas es un dos por cero y Amén, que estás en los cielos. Los cielos. Nuestros bolsillos no son plural mayestático. Nuestros bolsillos no están en los cielos, nuestros bolsillos están llenos de cielos. El vacío es el cielo y Millet paga bodas ilegales. Dos parejas ilegales, con billetes de mil [verde lechuga, de ensalada, con la cara de Hernán Cortés sonriendo y fumando puros y bebiendo tequila durante sus vacaciones en México, rodeado de prostitutas, santificado sea su nombre], pero papeles ilegales. Dos bodas que no fueron es un pasado que no existió. Un anillo que nunca se posó en el dedo de tu prometida. Una langosta que nunca comiste. Un centollo que nunca defecaste. El marisco ilegal que nunca existió es el despertar de un sueño en los cielos, caer en la pesadilla del Mal. Y Amén, otra vez.

1 comentario:

ybris dijo...

Paga lo ilegal pero no todo lo que debe.
Ya me gustaría que lo hiciera y se pudiera comprobar.

Abrazos.