14 de julio de 2006

Una aspirina efervescente

Una aspirina efervescente esperaba en la palma temblorosa de su mano. Se la colocó suavemente bajo la lengua, llenó su boca con agua del grifo y cerró los ojos. Durante años fue el suicidio más comentado en la comisaría.




11 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero ¿te puedes morir así? Casi que me entran ganas de probarlo con la vitamina C efervescente, pero claro ¿y si funciona?
No, mejor sólo otro café...

sergisonic dijo...

Ai, es que tú también... Vigila amb els cafés, que dan mucha sed.
Un petó molt fort.

Zifnab dijo...

Tengo un amigo médico que atendió a un tío que se había intentado suicidar bebiéndose dos litros de gazpacho porque era alérgico al tomate. Luego resultó que no lo era. Tuvo que marcharse de la consulta para no reirse en su cara

Cosas

Se feliz

Anónimo dijo...

No me mates, que ya me muero yo.
Morirse riéndose de la muerte...

Anónimo dijo...

Tenia ya ganas de volver a leer otro buen microrelato!..
Genial y sorprendente.

sergisonic dijo...

besos a ti también, mamen. a mí me encanta la aspirina efervescente con vitamina C.
:-)

sergisonic dijo...

zifnab, mi manjar predilecto: el tomate,como sea. qué muerte más dulce, atiborrado de gazpacho.
un saludo!

sergisonic dijo...

claro que hay que reir, agua de río, claro.

sergisonic dijo...

gracias, amiga anónima ;-)

manuel_h dijo...

qué buen microrrelato.

Anónimo dijo...

¿Estaba caducada?????

Igual era un despistado y no se quería suicidar :(
Besitossss¡