2 de julio de 2010

Una ciudad (I). Los pájaros

Aparentemente conocí aquella ciudad el mismo día que dejé que mi habitación se llenara de polvo. Una reacción alérgica. Magia e hipnosis. El estornudo de un pájaro revoloteando de camión en camión. Confundiendo zonas verdes con paraísos fiscales. Y dinero. Mucho dinero. Tarjetas de crédito sacando humo. VISA y MASTERCARD creando nubes contra la sequía. Una ciudad de alfombras. Alfombras de hojas, verdes en otra vida. Y el metro barriendo las calles a un nivel extraño. No hay unidades métricas en aquella ciudad. Demostrado: batidos proteicos en lugar de horchata. La horchata no siempre es agua con polvo. Mata el polvo con moscas. Muchas moscas. La vida útil de las moscas. Busca en wikipedia sin éxito. Vive en wikipedia sin éxito porque vive en wikipedia es vive a merced de. Una ciudad sin éxito. La ciudad de las moscas, todas emparentadas. Un pacto de sangre y enfermedades. Muchas enfermedades y carteles de precios en extinción. En caída libre. El Pressing Catch para subir el ánimo. Cables de teléfono donde poder colgar la ropa húmeda. Y robar la ropa húmeda. Lavarla. El reciclaje del robo. La política medioambiental de una ciudad progresista. La trampa de aquella ciudad de robos y discursos. Muchos discursos. Patios de luces llenos de palabrería mojada. Salivazos escurridizos en los que resbalar el verbo. Pagar por ello. Dirección unívoca. Pressing Catch y benzodiazepinas. Relojes sin pilas dando las horas. No hay campanas en el campanario, sólo botones de camisas. Y corbatas. Nudos de corbatas. Grandes nudos de corbatas. Inmensos nudos de corbatas con los que hacer pasatiempos. Ocho horizontal. Diez letras y un espacio: el ahorcado. La ciudad del crucigrama. Del tabloide de noticias. De muchas noticias. Demasiadas para tan pocas gasolineras. Las vigías de los moteles. Las putas de las carreteras son circunloquios en el camino. El sexo en las nubes es como un beso sin manos. Vértigo. El vértigo de aquella ciudad de pájaros cazados. Pájaros de juguete y columpios de terror en los que balancear llamadas telefónicas. Contestar con aparente facilidad No, ya no vive aquí es complicado. Es cosmopolita. De personalidad múltiple, pero cosmopolita, al fin y al cabo.

3 comentarios:

ybris dijo...

Enrevesado, Sergi.
Y, sin embargo, ágil, sugerente y poblado de alusiones e imágenes.
Leerte es muy diferente de lo habitual.

Un abrazo.

sergisonic dijo...

Gracias Ybris, leer tus comentarios no sólo es revitalizante. Con ellos y tu presencia también recuerdo tu poesía. Y se echa en falta.

Un abrazo y gracias.

Anónimo dijo...

Me queda sonando lo de los pájaros: ¿serán las llamadas telefónicas? Los pájaros que se van: no, ya no vive aquí, ya no está. Se ha ido.
Ha volado de su nido.
Ni idea.

Un saludo,