Conocido como guitarrista de Sonic Youth y figura cardinal del rock y la experimentación, los intereses de Thurston Moore siempre han basculado en una intersección perfecta entre música, poesía y performance, y su reciente conjunto de poemas, "A is for Silence" (Ecstatic Peace, 2025) es una prueba más que elocuente de ello, un trabajo que funciona como cuaderno de bitácora íntimo y, al mismo tiempo, como manifiesto estético, tanto en contenido (la poesía de Moore se nos va apareciendo como un mosaico de escenas, imágenes y aforismos) como en continente (los poemas están escritos directamente en la antigua máquina de escribir del autor y se han publicado en una tirada muy limitada que recuerda a la confección de un fanzine).
La mirada poemática de Moore se ofrece con impactos narrativos, casi anécdotas de vida —como el recuerdo de giras y conciertos en “Tour Diary” o la confesión íntima de “Due for Service” o "She's in Heaven Now"—, pero también con poemas hilvanados de destellos mínimos, de resonancia casi mística, como “Deadly Silence” (la belleza en respiración otoñal y la cesura acompasada al leer versos como “Leaves / Thoughts sentient / Nothing more”) o “Lesson”, o poemas cósmicos y visionarios, como "The Coming Dimension and Acropolis Hovering Across the Memorized Landscape", donde el caos y el barroquismo nos traslada a la tradición beat. La alternancia entre lo breve y lo expansivo genera un ritmo fragmentario cercano a la improvisación musical: la cadencia de una partitura trasladada a la página.
Las tres columas sobre las que se sostiene la mirada del poeta son la memoria personal (los muertos que nos visitan en “Dead Friends”), la música como forma de trascendencia y la exploración lírica de lo cotidiano, que transforma café, insectos o un paseo primaveral con perros en materia poética. En estos poemas de Thurston Moore, lo doméstico se carga de electricidad espiritual y nos deja frente a un conjunto de sensaciones vibrantes, en delicada y casi invisible tensión entre lo sagrado y lo trivial, entre extremos que son sinónimos, oscilando desde la sobriedad y economía formal al collage verbal que roza la escritura automática.
Se adivinan ecos de la poesía beat, de la contracultura punk y del minimalismo norteamericano, pero filtrados por una voz propia que entiende el poema como espacio de resistencia, tanto contra la conformidad como contra la domesticación del ruido (“Why Must It Always Rain on Sunday?” o “Paperboy”).
Se adivinan ecos de la poesía beat, de la contracultura punk y del minimalismo norteamericano, pero filtrados por una voz propia que entiende el poema como espacio de resistencia, tanto contra la conformidad como contra la domesticación del ruido (“Why Must It Always Rain on Sunday?” o “Paperboy”).
El libro está atravesado además por un sentido del humor ácido, una ironía que funciona como contrapeso a la densidad elegíaca. Hay en estos textos una conciencia de lo efímero, de la fragilidad de la que estamos hechos, pero son ideas que se presentan también como un gesto vitalista: “Rock n Roll / Will never / Lie”, proclama como declaración de fe.
La fuerza de "A is for Silence" reside en la irregularidad, en el vaivén entre lo íntimo y lo público, en la fuerza de la sorpresa. Como en un concierto hay momentos de pura revelación y otros de extravío, de derivas mentales donde la poesía es ruido, memoria y oración al mismo tiempo.
Continuemos mirando esta otra forma sonora que es la poesía.
La fuerza de "A is for Silence" reside en la irregularidad, en el vaivén entre lo íntimo y lo público, en la fuerza de la sorpresa. Como en un concierto hay momentos de pura revelación y otros de extravío, de derivas mentales donde la poesía es ruido, memoria y oración al mismo tiempo.
Continuemos mirando esta otra forma sonora que es la poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario